Aquí se almacenan los hombres rotos. Las habitaciones están numeradas y los hombres rotos de dentro también. Cada una tiene al hombre número uno y al número dos. En torno a ellos hay personas que los llaman papá, primo, hermano... Son lo que quedarán de los hombres rotos cuando se hayan ido: los encargados de recordarlos.
A veces los hombres terminan por romperse del todo. Otras, se medio arreglan y los ves con remendones por los pasillos.
A veces los hombres terminan por romperse del todo. Otras, se medio arreglan y los ves con remendones por los pasillos.
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